Un año de guerra en Sudán: la peor crisis de desplazados en el mundo

Al Nur al Zaki / EFE

El conflicto entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha supuesto el desplazamiento interno de casi siete millones de personas, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

Después de que el Ejército recuperara gran parte de Omdurmán, ciudad vecina a Jartum, del control de los paramilitares, la sudanesa Zainab Abdel Rahim, de 46 años, sabía que era el momento para regresar a su hogar, del que huyó hace 12 meses por la guerra que ha causado la peor ola de desplazados en el mundo.

Abdel Rahim, que se refugió con su familia en Egipto en mayo de 2023, regresó a su casa en Omdurmán, una casa que abandonó pensando que la lucha duraría tan solo unas semanas. Se han convertido en casi un año. «Encontré nuestra casa con las paredes sin muebles ni electrodomésticos después de que todo su contenido fuera saqueado», relató Zainab, cuyo marido permaneció en Sudán para refugiarse con su familia en la región de Kordofán y trabajar en la agricultura para poder proporcionarles algún ingreso.

La guerra iniciada el 15 de abril de 2023 entre el Ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) ha supuesto el desplazamiento interno de casi siete millones de personas, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Más de las zonas cercanas a Jartum, y otros dos millones de personas, han huido a países vecinos desde el comienzo de la guerra.

Ahora, un goteo de refugiados regresa a sus ciudades ante las dificultades que han encontrado en su exilio y la relativa pacificación, pese a las advertencias de la ONG que señalan que el conflicto que ha dejado más de 13.000 muertos y más de 8.000 heridos, sigue vigente.

Avances del Ejército hacia Jartum

Pese a que, en los primeros meses de la guerra, las FAR tomaron el control de muchos lugares estratégicos, el Ejército está últimamente recuperándolos en sus avances dirigidos hacia Jartum, la capital de Sudán y escenario de los peores enfrentamientos.

En febrero, el Ejército recuperó gran parte de Omdurmán, ubicada frente a Jartum, en la orilla occidental del Nilo, la mayor ciudad del país en tamaño y población. La presencia del Ejército en la zona permitió recuperar el control de los barrios antiguos en el centro de la ciudad, y avanzar su control hacia el norte, el oeste y el sur, lo que condujo a la expansión de áreas seguras y libres de combates.

Omdurmán ha sufrido grandes daños en el conflicto, que tras la expulsión de las FAR comienzan a hacerse evidentes. Según activistas en las redes sociales, las últimas semanas recogieron al menos mil cadáveres en los barrios periféricos de la ciudad, mientras que los equipos médicos y militares aún no llegaron a otros sitios en la parte vieja, donde hay muchos cuerpos descompuestos, lo que agrava la situación por la contaminación y la emisión de olores desagradables.

Rehabilitación de hospitales y transporte gratuito

El gobernador del estado de Jartum, Ahmed Ozman Hamza, ha asegurado que la mayoría de los barrios de Omdurmán se han vuelto seguros, pero sufren escasez de electricidad y agua, y los equipos de rehabilitación han comenzado a restablecer los servicios, por lo que ha animado a los ciudadanos a regresar a sus hogares.

«Los barrios en Jartum Norte, así como el este, sur y oeste de Jartum, presenciaron el declive de las FAR, y sus residentes, que fueron desplazados internamente o huyeron a países vecinos, comenzaron a regresar, a pesar de la falta de servicios», ha explicado Hamza.

El funcionario también ha indicado que «la policía ha reanudado su trabajo en las regiones de Karari y Omdurmán, y los bancos han reabierto sus sucursales, así como las empresas de telecomunicaciones, y el gobierno estatal ha comenzado a operar hospitales que estaban fuera de servicio desde el comienzo de la guerra». Además, ha explicado que hay equipos del gobierno estatal y del Ejército disponibles para retirar desechos, restos de guerra, metralla y explosivos de las zonas habitables, «para que estén preparadas para recibir a sus habitantes».

Mohamed al Dardiri, agente encargado de la gestión de la población sudanesa desplazada, ha señalado que entre 10 y 12 autobuses de pasajeros se desplazan diariamente desde Egipto hacia las ciudades sudanesas de Dongola y Atbara en el norte del país, así como a Omdurmán.

Mientras, empresarios y organizaciones civiles han lanzado una iniciativa para proporcionar transporte gratuito para que quienes lo deseen puedan regresar desde Egipto, donde se han refugiado más de 500.000 sudaneses, según cifras del Gobierno egipcio. Los mercados también parecen abastecidos, si bien, como ha lamentado Zainab, «los precios han aumentado significativamente».