Por Andrés Tudares* – Mundiario
El presidente de EE UU respalda la reelección de su homólogo argentino y deja abierta la puerta a un apoyo financiero de gran envergadura en plena fragilidad económica de cara a las elecciones legislativas.
El encuentro entre Donald Trump y Javier Milei en los márgenes de la Asamblea General de la ONU ha marcado un punto de inflexión en la relación bilateral entre EE UU y Argentina. El presidente estadounidense no solo ofreció un respaldo político explícito a su homólogo argentino, sino que además dejó abierta la puerta a un apoyo financiero de gran envergadura en un momento de extrema fragilidad económica para el país sudamericano.
Argentina atraviesa un escenario de alta vulnerabilidad. La inflación sigue en niveles alarmantes, las reservas del Banco Central están al borde del colapso y el riesgo país alcanzó recientemente los 1.500 puntos, lo que acerca al país a la zona de default. A esto se suma la derrota del oficialismo en Buenos Aires frente al peronismo, que amenaza con replicarse en las elecciones legislativas del próximo 26 de octubre.
En este contexto, Trump se mostró como un aliado estratégico para Milei. En su red social Truth calificó al presidente argentino como “un líder fantástico y poderoso” y anunció su “apoyo incondicional” a su reelección en 2027. Una declaración inusual en el terreno diplomático, donde las potencias suelen evitar implicarse de manera tan directa en los procesos electorales de otros países.
El respaldo político se acompaña de una posible ayuda económica. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó que Washington considera a Argentina “un aliado de importancia sistémica en América Latina” y está dispuesto a “hacer lo necesario” para sostener al Gobierno de Milei. Entre las opciones en análisis se encuentran un swap de monedas, la compra de deuda argentina o líneas de liquidez a través del Fondo de Estabilización Cambiaria de EE UU.
Estas medidas buscan garantizar que el país pueda cubrir vencimientos de deuda por 8.500 millones de dólares en 2026, evitar una crisis cambiaria aún mayor y restablecer la confianza de los inversores internacionales.
Trump, Milei y la batalla ideológica
El presidente argentino recibió con entusiasmo el espaldarazo de Trump, al que respondió con su característico “¡Viva la libertad, carajo!”. Su equipo económico, encabezado por Luis Caputo, destacó la importancia de la cita en Nueva York y transmitió optimismo sobre el futuro inmediato. Sin embargo, detrás de la euforia se esconde la urgencia de conseguir divisas frescas para estabilizar el mercado financiero y contener la depreciación del peso.
El Gobierno argentino también ha intentado medidas internas para generar liquidez, como la eliminación temporal de retenciones a las exportaciones agropecuarias, con el objetivo de acelerar la liquidación de divisas. Sin embargo, la magnitud de la crisis hace insuficientes los esfuerzos domésticos sin un respaldo externo.
El apoyo de Trump no solo responde a una lógica económica, sino también a una estrategia ideológica. En un escenario regional dominado por líderes de izquierda como Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Claudia Sheinbaum (México), Gustavo Petro (Colombia) y Gabriel Boric (Chile), la Casa Blanca ve en Milei a un aliado clave de su agenda.
Trump refuerza así su proyecto internacional de tejer una red de mandatarios afines en Occidente, principalmente en Europa y América Latina, y Milei se posiciona como uno de sus principales referentes en la región. Para el presidente estadounidense, derrotar al peronismo y garantizar la continuidad del libertario en Argentina es también una victoria frente a sus rivales ideológicos.
Un apoyo con doble filo
El espaldarazo norteamericano, sin embargo, viene con un enigma. Puede otorgar a Milei el oxígeno financiero que necesita para transitar la crisis y recuperar la iniciativa política de cara a las legislativas, pero también puede generar tensiones internas y externas, al interpretarse como una injerencia directa de Washington en la política argentina con chequera en mano.
El gesto de Trump hacia Milei trasciende lo coyuntural y se circunscribe a una batalla geopolítica más amplia. Argentina se convierte en un terreno decisivo en la disputa ideológica entre proyectos de izquierda y derecha en América Latina. La mano tendida de Trump no solo busca apuntalar la gobernabilidad de Milei, sino también garantizar que el libertario tenga una oportunidad real de reelección en 2027.
*Andrés Tudares, colaborador de Mundiario, es licenciado en Comunicación Social, mención Periodismo Impreso, egresado de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín (URBE).
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