Boric reúne a los líderes progresistas en Chile: una cumbre ante el avance de la ultraderecha

Por Andrés Tudares* – Mundiario

En la recta final de su mandato, el presidente chileno lideró la cumbre “Democracia Siempre” junto a sus homólogos de Brasil, Colombia, Uruguay y España, en un encuentro para revitalizar a una izquierda en declive.

En el emblemático Palacio de La Moneda —ícono histórico del quiebre democrático de 1973—, Gabriel Boric recibió a Luiz Inácio Lula da Silva (Brasil), Gustavo Petro (Colombia), Yamandú Orsi (Uruguay) y Pedro Sánchez (España), para articular una respuesta coordinada frente a lo que consideran una amenaza global: la consolidación de una “internacional reaccionaria” que pone en jaque los derechos sociales y el equilibrio institucional.

Sánchez, en su intervención, advirtió de que la democracia enfrenta “una amenaza real, liderada por una coalición de intereses entre oligarcas y la ultraderecha”, y que los progresistas deben pasar “a la ofensiva”. Boric, por su parte, señaló que no basta con votar para sostener una democracia: “esa es la esencia de un Gobierno progresista también. Entender que no es posible o no es deseable realizar políticas públicas con una suerte de despotismo ilustrado que habla por el pueblo, pero sin el pueblo”.

Los líderes reunidos en Santiago acordaron una hoja de ruta que será presentada en detalle en septiembre durante la Asamblea General de Naciones Unidas. Entre las prioridades destacan:

Combatir la desinformación y regular los algoritmos, para evitar que las redes sociales distorsionen el debate público y erosionen la cohesión social. Reducir la desigualdad social, ambiental y económica, para restaurar la confianza en las instituciones democráticas. Fortalecer las instituciones y el multilateralismo, impulsando una fiscalidad justa y progresiva a escala internacional.

Además, se anunció la conformación de una red global de centros de pensamiento y una coalición internacional en favor de una democracia más participativa, transparente y conectada con las realidades ciudadanas.

Boric en la cuenta regresiva: legado y desafíos

La participación de Sánchez en esta cumbre se enmarca en una estrategia de reposicionamiento internacional, en un contexto europeo cada vez más inclinado hacia la derecha. Tras organizar junto a Lula un primer encuentro progresista en Nueva York en 2024, el mandatario español reafirma su perfil como referente del progresismo global, con España como anfitriona del próximo foro en 2026.

Sánchez aprovechó el espacio para contrastar su proyecto con lo que considera una derechización creciente del Partido Popular (PP) en España. Según expresó, “la derecha tradicional ha sucumbido al discurso y al marco de la ultraderecha”, y eso representa una amenaza no solo ideológica, sino también estructural para los pilares de la democracia liberal.

Para Boric, la cumbre ha sido una vitrina internacional clave en un momento crucial. A solo cuatro meses de las elecciones presidenciales, el mandatario chileno busca consolidar su legado con logros como el aumento del salario mínimo, la incorporación de los cuidados a la seguridad social y reformas en el sistema de pensiones y la minería.

El presidente chileno reconoció que el progresismo no ha estado exento de errores y que la democracia es una herramienta imperfecta, pero indispensable. “Que se cometen errores y tenemos que ser autocríticos siempre. Laautocomplacencia no sirve en política, pero tenemos que reivindicar lo que sí hemos hecho y decir “los que vienen serán mejores que nosotros”, dijo el mandatario chileno a su encuentro con intelectuales y académicos en La Moneda.

¿Una nueva ola progresista o un último esfuerzo?

La cumbre en Santiago no fue un hecho aislado. Se proyecta como parte de un movimiento en expansión que, además de América Latina y Europa, busca incluir a países como Canadá, Australia, Sudáfrica y Reino Unido. La presencia prevista de líderes como Claudia Sheinbaum, Mark Carney y Keir Starmer en futuras reuniones apunta a una creciente articulación de gobiernos progresistas frente a los desafíos globales.

En paralelo al encuentro presidencial, el “Festival Democracia”, con apoyo de fundaciones y centros de pensamiento, articuló a intelectuales, académicos, sindicatos y sociedad civil en torno a los mismos desafíos: cómo renovar la democracia, frenar la desigualdad y enfrentar la desinformación desde una perspectiva plural, abierta y participativa.

La cumbre “Democracia Siempre” podría marcar el inicio de una nueva etapa para el progresismo internacional. Frente a la creciente sofisticación de la extrema derecha —que ya no utiliza tanques, sino algoritmos, según dijo Gustavo Petro—, los gobiernos de izquierda intentan construir un nuevo pacto social que devuelva sentido y legitimidad a la democracia.

Queda por ver si esta iniciativa logrará trascender lo simbólico y traducirse en resultados tangibles. Pero si algo quedó claro en Santiago es que, frente a los desafíos comunes, los liderazgos progresistas ya no quieren actuar solos. Y que, como afirmó Boric, “está naciendo algo grande”.

*Andrés Tudares, colaborador de MUNDIARIO, es licenciado en Comunicación Social, mención Periodismo Impreso, egresado de la Universidad Dr. Rafael Belloso Chacín (URBE).