Un plan de paz de 20 puntos sin colonialismo estadounidense y británico

Por Jeffrey D. Sachs* y Sybil Fares* – Common Dreams

Una versión revisada del plan de Trump para poner fin a la guerra en Gaza y la ocupación de Cisjordania. Es momento de honestidad, determinación global y claridad moral.

El plan de 20 puntos del presidente Trump ofrece algunas propuestas constructivas sobre los rehenes, la ayuda humanitaria y la reconstrucción. Sin embargo, se ve empañado por marco colonial inconfundible:  Gaza  será supervisada por el propio Trump, con Tony Blair y otros extranjeros como administradores del gobierno palestino, mientras que la creación de un Estado palestino se aplaza indefinidamente.

Esta lógica no es nueva. Retoma el enfoque angloamericano sobre  Palestina que se ha mantenido durante un siglo, desde el Tratado de Versalles de 1919, cuando Gran Bretaña adquirió el Mandato sobre Palestina, hasta las sucesivas intervenciones estadounidenses, tanto directas como indirectas en la región desde 1945.

Un verdadero plan de paz debe eliminar el andamiaje colonial. Debe restaurar la soberanía palestina abordando la cuestión central: la creación del Estado palestino. El plan debe empoderar la agencia palestina estableciendo que la Autoridad Palestina ejerza el gobierno desde el principio, que la planificación económica esté exclusivamente en manos de los palestinos, que no intervengan «virreyes» externos y que se establezca un cronograma claro y breve para la retirada israelí y la plena soberanía palestina para principios de 2026.

Este es un verdadero plan descolonizado: similar en esencia al de Trump, pero libere de de 100 años de engaños, mandatos, administración y otras imposiciones externas. También es coherente con el derecho internacional: en línea con el fallo de 2024 de la  Corte Internacional de Justicia , la reciente resolución de la  Asamblea General de las Naciones Unidas y el reconocimiento de Palestina por parte de  157 países  de todo el mundo.

El Plan Revisado de 20 Puntos: El Plan de Trump sin ataduras coloniales

Revisamos el plan Trump, conservando sus elementos centrales relacionados con la liberación de rehenes, el fin de los combates, la retirada del ejército israelí, la ayuda humanitaria de emergencia y la reconstrucción de la Palestina devastada por la guerra, eliminando al mismo tiempo el lenguaje y bagaje colonialistas. Los lectores pueden hacer una comparación punto por punto con el Plan de Trump original, disponible  aquí .

1. Palestina e  Israel  serán países libres de terrorismo  de tal forma que no representen una amenaza para sus vecinos.

2. Palestina será reconstruida  en beneficio de los palestinos, que han sufrido más que suficiente.

3. Si ambas partes aceptan esta propuesta, la guerra terminará inmediatamente. Las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada para preparar la liberación de los rehenes. Todas las operaciones militares terminarán.

4. En un plazo de 72 horas desde que ambas partes acepten públicamente este acuerdo, todos los rehenes, vivos y muertos, serán devueltos.

5. Una vez liberados todos los rehenes, Israel liberará a los presos condenados a cadena perpetua y a los palestinos que detenidos después del 7 de octubre de 2023.

6. Una vez que todos los rehenes sean devueltos, se concederá amnistia a los miembros de Hamás que se comprometan a coexistir pacíficamente y a entregar sus armas. A los miembros de Hamás que deseen salir de Gaza se les proporcionará un paso seguro a los países de acogida.

7. Tras la aceptación de este acuerdo, se enviará inmediatamente ayuda completa a la Franja de Gaza. Como mínimo, las cantidades de ayuda serán consistentes con lo estipulado en el acuerdo del 19 de enero de 2025 relativo a la ayuda humanitaria, incluyendo la rehabilitación de infraestructuras (agua, electricidad, alcantarillado), la rehabilitación de hospitales y panaderías, y la entrada del equipo necesario para retirar escombros y abrir carreteras.

8. Tanto la entrada como distribución de ayuda a la Franja de Gaza se realizará sin interferencia de ambas partes a través de las Naciones Unidas y sus organismos, Red Crescent y otras instituciones internacionales que no estén asociadas de ninguna manera con las partes. La apertura del paso fronterizo de Rafah en ambas direcciones estará sujeta al mismo mecanismo implementado en virtud del acuerdo del 19 de enero de 2025.

9. Palestina, y Gaza como parte integral de la misma, serán gobernadas por la Autoridad Palestina . Los asesores internacionales podrán apoyar este esfuerzo, pero la soberanía reside en los palestinos.

10. La Autoridad Palestina, con el apoyo de un grupo de expertos de la región árabe y de expertos externos elegidos por los palestinos, elaborarán un plan de reconstrucción y desarrollo . Se podrán considerar propuestas externas, pero la planificación económica estará a cargo de los árabes.

11. Los palestinos podrán establecer una zona económica especial, con aranceles y tasas de acceso negociadas entre Palestina y los países socios.

12. Nadie será obligado a abandonar ningún territorio palestino soberano. Quienes deseen marcharse podrán hacerlo libremente y regresar libremente.

13. Hamás y otras facciones no tendrán ningún papel en el gobierno. Toda la infraestructura militar y terrorista será desmantelada y desactivada, bajo la supervisón de observadores independientes.

14. Los socios regionales garantizarán que Hamás y otras facciones cumplan com lo acoraddo, asegurando que Gaza no represente una amenaza para sus vecinos ni para su propio pueblo.

15. Los socios árabes e internacionales, por invitación de Palestina, desplegarán una Fuerza Internacional de Estabilización (FIS) temporal a partir del 1 de noviembre de 2025 para apoyar y capacitar a la seguridad palestina, en consulta con Egipto y Jordania. La FIS asegurará las fronteras, protegerá a la población y facilitará el rápido transporte de mercancías para la reconstrucción de Palestina.

16. Israel no ocupará ni anexará Gaza ni Cisjordania. Las fuerzas israelíes se retirarán por completo de todos los territorios palestinos ocupados antes del 31 de diciembre de 2025, a medida que la FIS y las fuerzas de seguridad palestina establecen el control.

17. Si Hamás retrasa o rechaza la propuesta, la ayuda y la reconstrucción se llevarán a cabo en áreas bajo la autoridad de la FIS y la Autoridad Palestina .

18. Se establecerá un proceso de diálogo interreligioso para promover la tolerancia y la coexistencia pacífica entre palestinos e israelíes.

19. El Estado de Palestina gobernará sus territorios soberanos totalmente a partir del 1 de enero de 2026 , de conformidad con la resolución del 12 de septiembre de la Asamblea General de las Naciones Unidas y la Opinión Consultiva de 2024 de la Corte Internacional de Justicia.

20. Estados Unidos reconocerá inmediatamente un Estado soberano de Palestina, con membresía permanente en las Naciones Unidas, como una nación pacífica que coexiste con el Estado de Israel.

Estas son las principales diferencias con el Plan Trump.

Soberanía y Estado Palestino: La versión de Trump postergó la creación de un Estado Palestino a un futuro indefinido, sujeto a reformas y a la aprobación externa. El plan descolonizado establece fechas firmes: Israel se retira el 1 de noviembre de 2025 y Palestina asume la plena soberanía el 1 de enero de 2026. 126 años desde el Tratado de Versalles son suficientes.

Eliminación de la Supervisión Colonial: La propuesta de Trump creó una «Junta de Paz» presidida por el propio Trump, con Tony Blair como miembro principal. El plan descolonizado elimina esta supervisión, reconociendo que los palestinos no necesitan virreyes extranjeros. El gobierno recae en los palestinos desde el primer día.

Soberanía Económica: El plan de Trump anunció un «Plan de Desarrollo Económico Trump» para reconstruir Gaza. El plan descolonizado deja la planificación económica en manos de los palestinos, con el apoyo de expertos árabes, y las propuestas externas se consideran sólo a discreción de los palestinos.

Fin de la tutela angloamericana: Trump presentó a Estados Unidos como garante y árbitro del futuro palestino, con el apoyo del Reino Unido El plan descolonizado pone fin explícitamente a este modelo de 100 años, afirmando el liderazgo palestino y árabe.

En resumen, el plan revisado de 20 puntos, no difiere radicalmente en su forma del de Trump. Mantiene las disposiciones relativas a la desmilitarización, la ayuda humanitaria, la reconstrucción económica y el diálogo interreligioso. La principal diferencia radica en la soberanía y la condición de Estado Palestino.

Durante más de un siglo, los palestinos han estado sometidos al control colonial externo: el mandato británico, el dominio diplomático estadounidense, la ocupación israelí y los planes periódicos de administración fiduciaria, como en el nuevo plan de Trump. Desde la Declaración Balfour hasta Versalles, Oslo y la «Junta de Paz» de Trump, los palestinos no han sido tratados como actores soberanos. Este plan corrige eso y reconoce que el pueblo palestino es una nación de enormes talentos y expertos altamente capacitados y experientes. No necesitan tutela. Necesitan soberanía.

Nuestro plan revisado afirma que los palestinos, mediante su propia autoridad, deben, finalmente y por fin, gobernarse a sí mismos, tomar sus propias decisiones económicas y forjar su propio destino. Los actores internacionales pueden asesorarlos y apoyarlos, pero no deben imponerles su voluntad. La retirada de Israel y el reconocimiento de la soberanía de Palestina deben ser hitos fijos y no negociables.

Un verdadero plan de paz debe estar en consonancia con el derecho internacional, incluyendo las sentencias inequívocas de la Corte Internacional de Justicia y las resoluciones de las Naciones Unidas. Un verdadero plan de paz debe estar en consonancia con la abrumadora voluntad de la comunidad internacional que apoya la implementación de la solución de dos Estados. Todas las partes del plan de paz deben suscribir a este marco. Este es el momento de la honestidad, la determinación global y la claridad moral. Solo las medidas prácticas que implementen la soberanía y la condición de Estado Palestino traerán una paz duradera.

*Jeffrey D. Sachs, profesor universitario y director del Centro para el Desarrollo Sostenible de la Universidad de Columbia, donde dirigió The Earth Institute desde 2002 hasta 2016. También es presidente de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.

*Sybil Fares, Asesora Principal sobre Medio Oriente y África de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas.