Por Jaume Masdeu y Beatriz Navarro – La Vanguardia, España
Pedro Sánchez ha conseguido concretar una cita muy esperada y cuya falta le estaba provocando un flujo suave pero constante de críticas: su primer contacto con el presidente norteamericano Joe Biden. Desde que el nuevo presidente ocupó la Casa Blanca el 20 de enero, no ha habido ninguna conversación entre los dos. Se producirá el lunes en forma de reunión en Bruselas durante la cumbre de la OTAN.
Un encuentro que coincide con las primeras declaraciones de la Administración Biden sobre la situación del Sahara Occidental para marcar distancias con las políticas llevadas a cabo por Donald Trump. A preguntas de La Vanguardia el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, aseguró que “hay algunas diferencias importantes y muy profundas” entre la anterior administración y “lo que hemos hecho nosotros” en la región, replicó Price, que expresó su incomodidad con el relato de que su administración ha optado por dar continuidad total a las decisiones adoptadas por Trump en Oriente Medio.
“Respecto al Sáhara Occidental, es un tema que estamos discutiendo directamente con nuestros interlocutores en Marruecos, España y la región”, señaló Price en un briefing en la sede de la diplomacia estadounidense en Washington. En estos momentos, se están produciendo “consultas privadas entre las partes sobre cómo frenar la violencia y llegar a a una solución duradera”, señaló en aparente alusión a la situación en los campamentos saharauis durante los últimos meses, agravada por la reciente confrontación entre israelíes y palestinos.
Queda por determinar si en la reunión se abordará el caso de Marruecos
No se han detallado los temas que se tratarán en la primera reunión con Biden, aunque es previsible que entre Centroamérica, donde Sánchez está actualmente de viaje, y queda por determinar si se aborda la cuestión de Marruecos, tema especialmente delicado dada la buena relación que mantiene Estados Unidos con Marruecos. La decisión de Trump, en diciembre, cuando reconoció la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, ha sido para Rabat un incentivo para presionar a otros países e intentar que se desmarquen de la posición tradicional que mantiene España y toda la UE de apoyo a una negociación liderada por Naciones Unidas.
El primer encuentro con Biden supone un alivio para Sánchez, que lleva semanas sufriendo críticas de la oposición que cuestiona la relación con Estados Unidos y, más en general, la falta de relevancia de España a escala internacional debido a esta falta de contacto. No hay formato aún establecido de la reunión, pero tendrá lugar durante la cumbre de los jefes de gobierno de la OTAN del lunes, la que supone el estreno del Biden presidente en Bruselas.
Al llegar a la Casa Blanca, la nueva Administración demócrata encargó una revisión sobre la situación de las relaciones con determinados países con vistas a posibles cambios en la estrategia, por ejemplo con China o Corea del Norte. Preguntado por este diario sobre la posibilidad de que el Departamento de Estado reevalúe la postura hacia el conflicto saharaui, Price se limitó a decir que no tenía “nada que anunciar en este momento”.
Desde la toma de posesión. Biden ha hablado con Merkel, Macron y con el primer ministro irlandés Martin
A su llegada a la Casa Blanca el pasado enero, Biden se encontró con un tablero internacional muy diferente al que dejó cuatro años atrás como vicepresidente, en particular en Oriente Medio. Al fracaso de la propuesta de paz presentada por Trump en la recta final de su mandato, claramente escorada hacia los intereses israelíes, le siguió la firma de una serie de acuerdos de varios países árabes con Israel para, unidos en su rivalidad hacia Irán y dejando de lado a los palestinos, el restablecimiento de las relaciones bilaterales.
Por sorpresa, en diciembre la Casa Blanca sumó un socio más a los llamados acuerdos de Abraham, Marruecos. El precio que pagar por Washington fue la firma de una proclamación que reconoce la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental. “La propuesta de autonomía de Marruecos es seria, creíble y realista, la única base para una solución justa y duradera”, señaló Trump. El rey Mohamed VI le expresó su “profunda gratitud”.
El pasado 19 de mayo, con la violencia entre israelíes y palestinos en su peor momento en años, el nuevo secretario de Estado, Antony Blinken, llamó a su homólogo en Rabat dado su “papel clave” en la región. “Hablaron sobre su preocupación compartida sobre la violencia en Israel, Cisjordania y Gaza”, dijo entonces Price en un comunicado.
La Administración Biden quiere marcar distancias con las políticas de Trump en el sahara occidental.
Cada vez que toma posesión un presidente norteamericano, todos los países ponen en marcha un reloj para determinar cuando les tocará el primer contacto. Desde que ejerce de presidente, Biden ha hablado con Angela Merkel, Emmanuel Macron y con el primer ministro irlandés Michéal Martin. En su etapa como presidente electo conversó con el entonces primer ministro italiano, Giuseppe Conte. 11/06/2021