El Plan de los Generales: Israel comienza la limpieza étnica del norte de Gaza

Àngel Marrades – Descifrando la Guerra

Israel ha dado luz verde y está comenzando a implementar el llamado Plan de los Generales para borrar cualquier vestigio de vida palestina en el norte de la Franja de Gaza. Bajo la cobertura de la invasión de Líbano, el ejército israelí busca forzar a toda la población palestina del norte del enclave a desplazarse al sur. Diseñado por el general de reserva Giora Eiland, el plan propone: “Obligar a toda la población civil a abandonar, y quien permanezca allí será condenado legalmente como terrorista y sometido a un proceso de inanición o exterminio. En una semana, todo el territorio del norte de la Franja de Gaza se convertirá en territorio militar”. 

La novedad de esta estrategia no es lo que formula, sino la escala. En anteriores operaciones ya se ha procedido a medidas similares, pero las fuerzas de ocupación israelíes se limitaban a entrar al territorio y a salir. Ahora se trata de un plan diseñado para seccionar permanentemente una parte de Gaza, a través del corredor de Netzarim, a la que no pueda volver la población: “Una vez vencido el plazo, las FDI considerarán operativos de Hamás a todos los que se encuentren en esa zona de guerra”.

Esto ya se ha empezado a implementar desde el 7 de octubre de 2024, con las órdenes de “evacuación” masivas sobre el campo de refugiados de Jabalia, Beit Lahiya y Beit Hanoun, obligando a buena parte de los residentes del norte de Gaza a que se marchen en el plazo de una semana, antes de imponer un asedio total a la zona, incluido el corte de todos los suministros de agua, alimentos y combustible, hasta que los que se queden se rindan o mueran de inanición. Muchas personas se niegan a abandonar sus hogares, sabiendo que no hay ningún lugar seguro al que huir. 

Estas evacuaciones forzadas incluyen a los hospitales, tanto a su personal como a pacientes. Las fuerzas israelíes emitieron órdenes de expulsión para tres centros sanitarios principales del norte de Gaza: Kamal Adwan, al-Awda y el hospital Indonesio, dándoles sólo 24 horas para huir. Según Medical Aid for Palestine (MAP), el personal de Kamal Adwan sacó a los pacientes recién nacidos de la unidad neonatal, pero denunció que las ambulancias eran detenidas en los puestos de control a pesar de las garantías de “paso seguro” a otro hospital por parte del ejército israelí.

Las claves del Plan de los Generales

La decisión de Tel Aviv, según informa la prensa local, parece ser una primera medida intermedia para borrar a una parte significativa de los palestinos del norte de Gaza sin llegar “hasta el final” con el plan de Giora Eiland. Parece ser el preludio de una evacuación gradual y progresiva de todo el norte de Gaza, pero a un ritmo más lento para reducir la oposición internacional, especialmente por parte de Estados Unidos.

El Plan de los Generales surge como respuesta a las derrotas sufridas en el enclave palestino, incapaces de batir completamente a Hamás. Siguiendo la doctrina Dahiya, la única solución para terminar con la guerrilla es eliminar de la ecuación a la población que la apoya.

El debate aquí es cómo implementar esa estrategia. Los estadounidenses vienen advirtiendo a Tel Aviv de que debe aplicar un enfoque clásico, “despejar, mantener y construir”, inspirada en victorias anteriores de la contrainsurgencia como la guerra británica en Malaya. El general Petraeus, que diseño las campañas de contrainsurgencia en Irak, señala: “Están despejando y marchándose para luchar en otras zonas. Y eso significa inevitablemente que tendrán que volver y volver a despejar sin cesar”.

Por esta razón, el Plan de los Generales propone otra cosa. Eiland reconoce el fracaso de la estrategia empleada hasta la fecha: “Seguir combatiendo como hasta ahora nos lleva a la perdición. Las FDI lanzaron incursiones y luego se marcharon, y después todos [Hamás y algunos civiles palestinos] regresaron. El significado del movimiento [propuesto] es que nunca podrá volver. La guerra no terminará, los palestinos tendrán que apiñarse en Al-Mawasi [en el sur] y podrán olvidarse de la ciudad de Gaza. Eso disgustará definitivamente a Sinwar”. 

Esta es la propuesta de limpieza étnica como solución al impasse de la guerra. Washington advierte que esta otra estrategia solo creará el suelo fértil para el surgimiento de un nuevo Hamás, en el caso en que este movimiento sea destruido. No obstante, Giora Eiland insiste: “Al fin y al cabo, lo único que intenta Hamás es mezclar a la población con los combatientes, así que lo único que hay que hacer es lo contrario: intentar separarlos. ¿Cómo separarlos? Exactamente por el método que he descrito”. Señala, además, un método de castigo: “Lo que le importa a Sinwar es la tierra y la dignidad, y con esta maniobra, le quitas tanto la tierra como la dignidad”.

La mayor parte de los militares están de acuerdo en que es preferible una ”campaña de inanición y exterminio” a que el ejército siga enfangándose en Gaza. De este modo, el norte del enclave se convierte en un primer campo de pruebas para la campaña de exterminio de Israel: “Toda la zona norte será limpiada según el Plan de los Generales: toda la población será evacuada… y toda la zona norte de la Franja de Gaza será declarada zona militar cerrada”.

Si el plan de limpieza y exterminio se implementa con éxito, entonces habrá un nuevo debate, esta vez sobre la colonización. Eiland no quiere oír hablar de esto. Él propone la entrada de fuerzas de la Autoridad Palestina –apoyadas por saudíes, jordanos y otros países– y la creación de un gobierno alternativo que dispute a Hamás su hegemonía política y que, con el tiempo, permita la vuelta de los palestinos a estas zonas. No obstante, el movimiento colono, con importantes cargos en el gobierno, espera crear con esto las condiciones para su asentamiento en las tierras “purgadas” de palestinos.

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