África: ¿Renacimiento anticolonial?

Por Jesús Chucho García* – Sur y Sur

África sufre las consecuencias más severas de la crisis climática y continúa siendo un campo de batalla por minerales estratégicos, como el coltán en la República Democrática del Congo, mientras enfrenta conflictos provocados por potencias extranjeras. La explotación infantil, las migraciones forzadas y la degradación del medio ambiente agravan la situación.

La Alianza del Sahel, formada por Mali, Níger y Burkina Faso, lidera un renacimiento anticolonial, buscando independencia económica y estabilidad política frente a la influencia neocolonial francesa.

África sufre castigos cinco veces más severos por la crisis climática que afecta al planeta. Además, el continente sufre guerras y conflictos internos, a menudo provocados por potencias extranjeras, que contribuyen al deterioro de la salud, la degradación del medio ambiente, las migraciones, la explotación laboral infantil y la dispersión familiar.

África ha padecido durante mucho tiempo un terrible proceso de explotación, siendo el más terrible la trata transatlántica de esclavos y la esclavitud. A continuación, se inició la partición colonial de África por parte de potencias extranjeras con la Conferencia de Berlín de 1885. Durante este período, junto con el colonialismo, surgieron sistemas como el apartheid, que afectaron a los pueblos sudafricano y namibio.

Guerras por minerales estratégicos

La lucha por la posesión de minerales estratégicos ha provocado guerras y conflictos internos que no han cesado. Uno de los países con uno de los minerales más estratégicos, el coltán, es la República Democrática del Congo (Zaire). Recordemos que fue en este país donde el gobierno belga asesinó a Patrice Lumumba, brillante líder independentista. Los belgas y los Estados Unidos impusieron al dictador Mobutu Sese Seko y entre 1996 y 1997 estalló la primera guerra del Congo que derrocó a Mobutu del poder.

La segunda guerra comenzó en 1998 y duró hasta 2003, con un saldo de 3,3 millones de muertos, además de desaparecidos, mutilados e infectados por el VIH. Joseph Kabila, que derrocó al ex presidente Mobutu, no pudo sostener la guerra y fue asesinado. Sin embargo, a las transnacionales no les interesa la paz en el Congo sino el coltán, que sigue siendo explotado, sobre todo por niños, mujeres y niñas.

Hoy, África, en medio de la crisis geopolítica, está una vez más en el epicentro de las luchas por los minerales estratégicos para construir armas de guerra de alta tecnología.

Alianza del Sahel: ¿Renacimiento anticolonial?

Es bien sabido que durante la época del gobierno francés, encabezado por Charles De Gaulle, se inició un proceso de recolonización en los territorios dominados por Francia, denominados África Occidental Francesa. Se impuso una moneda sin valor llamada CFA (aún existente) y se comenzaron a extraer recursos estratégicos como uranio, oro y petróleo. Algunos líderes como Sékou Touré (Guinea Conakry) y Mali se opusieron a esto. Otros líderes africanos como Léopold Sédar Senghor y Félix Houphouët-Boigny aceptaron el neocolonialismo francés, conocido económica y militarmente como La Françafrique. Líderes revolucionarios como Thomas Sankara de Burkina Faso, que se alzaron contra La Françafrique, fueron asesinados.

Desde 2012, la región conocida como Sahel, punto geoestratégico entre África y Europa, se ha visto sumida en el caos por los grupos terroristas y la intervención de la Unión Europea para proteger su explotación de recursos minerales estratégicos. Desde 2020 hasta la actualidad, jóvenes militares, apoyados por la mayoría de la población de Mali, Burkina Faso y Níger, han luchado ferozmente hasta constituir el 6 de julio una nueva organización, La Alianza del Sahel, que comenzó a formar movimientos anticoloniales en alianzas con jóvenes militares.

Mali (presidente Assimi Goita), Níger (presidente Abdourahamane Tchiani) y Burkina Faso (presidente Ibrahim Traore) se alzaron contra el colonialismo francés y recientemente formaron una organización regional llamada Alianza de los Estados del Sahel, con sede en Niamey, Níger. Entre sus objetivos está el combate a los grupos terroristas yihadistas. Esta cumbre acordó crear un banco de inversiones para eliminar la moneda colonial francesa CFA y propuso la creación de un Fondo de Estabilización Político-Social. El actual presidente del gobierno de transición de Malí, Assimi Goita, asumirá la presidencia de la Alianza del Sahel durante un año.

* Intelectual, diplomático, escritor y activista afrovenezolano